En Tlaxiaco, la población apoyó al magisterio para evitar entregar la Junta Distrital. Foto del muro de "Desde las nubes", de Facebook. |
Hubo un combativo boicot a
las elecciones en la ciudad de Tlaxiaco y en todo el estado de Oaxaca. Como
parte del boicot a las elecciones a que llamaron los padres de los 43
desaparecidos de Ayotzinapa, los maestros de la Sección 22 de la Coordinadora
Nacional de la Educación (CNTE) desde el día lunes primero de junio tomaron instalaciones
de la junta distrital número 6 del Instituto Nacional Electoral (INE) en Tlaxiaco,
Oaxaca, como también se tomaron en diferentes partes del Estado de Oaxaca por
acuerdo de su Asamblea Estatal. En Tlaxiaco los maestros bloquearon las tiendas
como Coppel, Milano, Electra, las casas de campaña de los 10 partidos políticos
electorales. El día jueves ocuparon los bancos y establecieron su campamento
principal en la explanada Benito Juárez que es el centro de esta población. Sucesos
semejantes ocurrieron en diferentes regiones del estado y en la ciudad de
Oaxaca, donde los maestros tomaron el Aeropuerto y varias gasolineras. También
hubo tomas de centros de abastecimiento de gasolina en Salina Cruz y el Tule.
En Tlaxiaco, el día antes
de las elecciones, el 6 de junio, los maestros desde la mañana y ante la
noticia del envío de miles de tropas del ejército disfrazado de policía federal
a Oaxaca se concentraron en la calle Hipódromo para defender el bloqueo del
INE. Entre las 13 y 13.30 de la tarde llegó un contingente de unos 60 policías
federales con escudos, toletes y granadas de gas o granadas normales
respaldados más atrás por unos 300 a 400 militares y policías federales armados
con equipo sofisticado, como si fueran a una guerra para tratar de recuperar el
INE. Los maestros se mantuvieron firmes.
Es de destacar que ante la
amenaza policiaco-militar, un número
importante de personas de otros sectores, como son los jóvenes, comerciantes y
otros hombres y mujeres, se integraron para engrosar las filas de los manifestantes,
que llegaron a ser alrededor de dos mil personas en total. Estaban decididos a
no permitir la acción de la policía federal. La gente se armó con palos y
piedras y algunas personas en los edificios en esa calle entregaron trapos
mojados para ayudar a los manifestantes a defenderse del gas lacrimógeno. Gritaron
diversas consignas como: “¡Aparición con vida de los 43 normalistas de
Ayotzinapa!”, “Asesinos y violadores, ¡váyanse! ¡No tienen nada que hacer aquí!”,
“¡Los policías no son trabajadores, son el brazo armado de los explotadores!”, “De
Iguala a los Pinos, ¡cárcel a los asesinos!”, “Narcos y policías la misma
porquería!”, entre muchas otras más. Este contingente de policías fue cercado
por los maestros y se les fue reculando, hasta atrás de la calle Independencia.