El campamento magisterial en el Monumento a la Revolución en el Distrito Federal |
Maestros
promueven la Semana
Unos días
antes de las actividades de la Semana Nacional de Resistencia “¡Alto a la
Guerra Contra el Pueblo!”, hicimos una visita al campamento de los profesores —que exigen la abrogación y
derogación de la reforma educativa— en el Monumento a la Revolución en la
Ciudad de México. Nos encontramos con un profesor, al que ya habíamos conocido
una vez anterior, del estado de Oaxaca y al comenzar a platicar sobre la Semana
Nacional de Resistencia nos dijo: “Vi el cartel pegado en el edificio sindical
(Sección 9 del D.F.), lo despegué y me lo traje, porque tiene mucha razón lo
que dice la cita (sobre el papel de la policía de Bob Avakian) y pienso usar el
cartel para mi periódico mural que voy a elaborar en la comunidad donde doy
clases”. Fue una agradable sorpresa para él saber que era el mismo cartel que
estábamos usando para publicitar la Semana Nacional de Resistencia.
El profesor invitó a uno de sus amigos a
integrarse a la plática. En el transcurso de la plática ambos se unieron a
promover la Semana. En primer lugar vieron importante “Un llamado urgente:
¡Alto a la guerra contra el pueblo!”. Se les dejó algunas hojas del “Llamado”
y acordamos una fecha para que las entregaran con las firmas que recolectaran
de sus compañeros. Además se les dejó volantes y carteles que ellos se
encargarían de distribuir entre sus compañeros y otros. También hablamos de la
revolución y el comunismo, con el libro de Lo BAsico y el profesor adquirió el libro y su compañero adquirió un
ejemplar del número 16 de la revista Aurora Roja. También nos comentaron
que organizarían una actividad en una escuela de su comunidad como parte de la
Semana Nacional de Resistencia.
Regresamos otro día que habíamos acordado y
nos entregaron las hojas del llamado con firmas y nos comentaron que habían
pasado los volantes a otros profesores en el campamento. Este profesor junto
con su amigo tomaron en sus manos la necesidad de una mayor resistencia contra
el Estado asesino.
Una profesora de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) nos pidió que le dejáramos hojas del “Llamado”
para que se lo presentara a los alumnos y lo firmaran. Regresamos con ella el
día acordado y nos informó que sí se los había comentado a los alumnos y varios
firmaron las hojas.
Un compañero que vende películas en una de
las facultades, cuando terminamos de platicar sobre la Semana Nacional de
Resistencia, comentó que “es importante denunciar al Estado culpable de
asesinatos y desapariciones y que los chavos opinen de eso, escuchar sus
discrepancias. Dame carteles y volantes y yo me encargo de distribuirlo
entre los jóvenes”. Y también nos
sugirió que fuéramos el sábado para platicar con los del Sistema Universitario
Abierto (SUA). Lo hicimos y encontramos a jóvenes interesados y preocupados por
la situación de violencia que atraviesa el país.
Los que participaron en los foros les
compartieron a los jóvenes sus experiencias de combatir o denunciar la
represión del Estado. Por ejemplo, en el foro en la Escuela Nacional de Trabajo
Social (ENTS), uno de los compañeros ponentes comentó cómo en la marcha del dos
de octubre, el contingente de alumnos de la ENTS fue hostigado desde la entrada
al metro donde la policía les quería obligar a abrir sus mochilas. Una persona
(al parecer abogado) que observó esto encaró a los policías y les dijo que eso
no estaba permitido y así fue como lograron ingresar al metro. Y ya en la
marcha el contingente fue encapsulado y uno de los alumnos fue golpeado por la
policía y salió herido de la cabeza y tuvieron que darle varias puntadas. Fue
una denuncia del papel de la policía como una fuerza del Estado para reprimir
la protesta social. Otro de los compañeros integrante del Movimiento Migrante
Mesoamericano nos platicó de la represión que sufrieron como estudiantes el dos
de octubre de 1968, su situación como prisionero político en la cárcel de
Lecumberri y sus años que pasó fuera del país al salir de Lecumberri como
asilado político como sucedió con varios de los detenidos ese año de 1968. Y
también nos platicó de cómo el Instituto Nacional de Migración en contubernio
con el crimen organizado hostigan, secuestran y asesinan migrantes.
Denuncias de asesinatos de triquis, represión
policíaca a jóvenes
Algunos compañeros que participaron en el
mitin en el Ágora de la Facultad de Filosofía y Letras para exigir justicia por
el asesinato político de Carlos Sinuhé Mejías platicaron sobre la represión que
han vivido. Las y los compañeros desplazados del Municipio Autónomo de San Juan
Copala señalaron que por defender su autonomía han sido asesinados más de 30 de
sus compañeros a manos de grupos de paramilitares de la Unión de Bienestar
Social de la Región Triqui (UBISORT).
Represión a manifestante del 2 de octubre en el Distrito Federal |
Una compañera nos habló de la situación que
ella observa de “represión hacía la juventud, hacía la juventud crítica que
cuestiona; y eso es lo que pasa con los jóvenes detenidos y reprimidos en la
marcha del dos de octubre. Entre ellos nuestro compañero Mario González, quien
se encuentra preso en el reclusorio Oriente en huelga de hambre y las
autoridades de la prisión han cortado la luz de la celda”.
Otra compañera nos platicó de que “fuimos
detenidos cuando íbamos en el trasporte público, antes de llegar a la marcha;
la policía nos intimidaba de varias maneras. Sacaron mochilas cargadas de
marihuana y nos las pusieron como si fueran nuestras mochilas. A las mujeres
nos exigían bajarnos la pantaleta porque nos iban a revisar la vagina porque
decían ‘ahí esconden la marihuana’, pero nosotras no lo permitimos. Al
compañero Mario lo golpearon y lo dejaron muy lastimado de su brazo. Nos
desaparecieron como tres o cuatro horas y nos torturaron psicológica y
físicamente. A algunos les dieron toques eléctricos en sus genitales, hasta que
nos presentaron al Ministerio Público. Mario sigue preso en huelga de hambre,
no le han atendido su lesión en el brazo y ha perdido como 16 kilos de peso.
Tenemos que unirnos y luchar por la liberación de Mario y los demás detenidos”.
Otra compañera nos platicó también de la
represión que vivieron el dos de octubre y que “nos encontramos en un plantón
en el reclusorio Norte. Hay ocho compañeros encarcelados, uno de ellos que es
artesano y que viene de Oaxaca es sobre quien más le quieren castigar, en parte
porque no hay ningún familiar que se presente para defenderlo. Corre el peligro
de pasar más de 25 años en la cárcel porque lo acusan de ‘tentativa de
homicidio’, un cargo fabricado. El compañero es inocente. Todos los detenidos
están acusados falsamente y tenemos que luchar por su liberación”. Estas
denuncias de los compañeros señalaron el papel del Estado y de la policía como
instrumentos para acallar las voces críticas y la movilización social, y fue
bastante importante que se conocieran como parte de la guerra contra el pueblo
por parte de un Estado criminal.
Al final del mitin en la explanada del
Palacio de Bellas Artes, una de las personas que se acercó nos comentó que “la
gente sabe que el gobierno está cometiendo varios de esos asesinatos pero es
apática”. Platicando un poco más sobre esto y le hicimos la pregunta “¿Cómo es
que tú sabes que la Marina, el ejército y la policía están cometiendo varios de
estos asesinatos?” El contestó: “Porque leo el periódico como La Jornada y
la revista Proceso”. Cambió su opinión sobre la gente al comprender que
la mayoría de la gente no tiene acceso al periódico ni la revista, y que los
medios “desinformativos” ocultan y mienten sobre esta situación. Esta persona
se llevó un cartel y dijo “lo voy a pegar en la casa para que la gente que pase
lo lea y así sea más gente que conozca la verdad”.
Otro joven que se nos acercó nos comentó que
“La policía mató a un amigo nuestro. Quisieron engañar a la familia sobre su
muerte, pero se sospecha que fue la policía quien lo asesinó. Recientemente los
familiares organizaron una protesta para denunciar a la policía”. Este joven
también se llevó un volante y un cartel.
Esta participación y testimonios fueron
importantes partes de la Semana Nacional de Resistencia “¡Alto a la Guerra
Contra el Pueblo!” y es algo que tenemos que ir forjando más y más.