Algunos de los padres de los normalistas
desaparecidos encabezaron la marcha del 26 de diciembre del Ángel de la
Independencia al Monumento de la Revolución en la Ciudad de México. Muchos iban
llegando y sumándose para formar un contingente de aproximadamente 5 mil
personas, todos con el ánimo arriba en la exigencia de que aparezcan los 42
normalistas victimas de desaparición forzada por el Estado y castigo a los
asesinos de los siete asesinados.
En el transcurso del recorrido del Ángel de la
Independencia al Monumento a la Revolución se pudo ver y escuchar a diferentes
grupos de jóvenes, como los estudiantes de la UNAM, UAM y UACM; a los
profesores; a diversas organizaciones populares y de colonos de algunas zonas
de la ciudad. Los compañeros de la Unión Popular de Vendedores, “28 de octubre”
(UPVA) de Puebla realizaron una importante denuncia contra la detención del
dirigente Rubén Sarabia Simitrio por parte del gobierno de Puebla, y la
de su hijo detenido por policías de Puebla en el Distrito Federal. Simitrio y
la UPVA, junto con otros, se
han opuesto a la represión del gobierno contra las comunidades y las
organizaciones sociales que se han movilizado contra los proyectos de muerte,
como lo es el Proyecto Integral Morelos, y también se han manifestado contra el
asesinato y la desaparición de los normalistas. Esa es la razón principal por
la que ahora los han encarcelado. Se ha establecido un plantón permanente
afuera de la Procuraduría General de la República (PGR) en el Distrito Federal
para exigir la liberación de todos los presos políticos del país.
Ya en el mitin en el Monumento a la Revolución,
por el sonido pudo escucharse la intervención de algunos padres de familia,
estudiantes compañeros de los 42 normalistas y otros. Los padres de familia
llamaron a realizar acciones más enérgicas en la exigencia de que aparezcan con
vida sus hijos y castigo a los culpables. También llamaron a boicotear las
elecciones en el 2015, así como actuar en común para impulsar un cambio social
de raíz. Uno de los normalistas, sobreviviente del ataque del 26 y 27 de
septiembre, denunció la colaboración del ejército en el ataque y que varios de
sus compañeros pudieron salvarse porque una señora les abrió la puerta de su
casa y los resguardó durante el tiempo en que los ataques seguían de parte de
la policía. A la vez en la explanada se escucharon una variedad de consignas
como “¡Vivos se los llevaron!, ¡vivos los queremos!”, “Ahora, ahora se hace
indispensable presentación con vida y castigo a los culpables”. También se
coreaban las consignas “¡De Iguala a Los Pinos, cárcel a los asesinos!”, “¡Sí
sabemos la solución, impulsamos la revolución!”, “Para salvar al mundo,
comunismo y revolución”, “Tienen el poder y lo van a perder”, “Qué tenemos,
nada; qué queremos, ¡todo el mundo!” Se acompañaron las consignas con el sonido
de un tambor. Algunos fotografiaron la manta que mantenían en alto unos
compañeros con la consigna “¡Desde Iguala a las Pinos, Cárcel a los asesinos!”
Fue un ambiente animado.
Compañeros
del Movimiento Popular Revolucionario (MPR) y otros distribuyeron ampliamente
el volante “¡Desde Iguala a los Pinos, cárcel a los asesinos! ¡Todo el pinche
sistema es culpable!” de Aurora Roja, voz de la Organización Comunista
Revolucionaria. Pasaron el bote y varios aportaron. Fue una experiencia inicial
e importante de llevar la necesidad de señalar y castigar a los asesinos en los
tres niveles de gobierno, y llamar a forjar un torrente de lucha para parar la
guerra contra el pueblo por parte de este Estado asesino.
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