21 nov 2013

Del DF: Más sobre la Semana “¡Alto a la Guerra Contra el Pueblo!”

El campamento magisterial en el Monumento a la Revolución en el Distrito Federal
Maestros promueven la Semana

Unos días antes de las actividades de la Semana Nacional de Resistencia “¡Alto a la Guerra Contra el Pueblo!”, hicimos una visita al campamento de los  profesores —que exigen la abrogación y derogación de la reforma educativa— en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México. Nos encontramos con un profesor, al que ya habíamos conocido una vez anterior, del estado de Oaxaca y al comenzar a platicar sobre la Semana Nacional de Resistencia nos dijo: “Vi el cartel pegado en el edificio sindical (Sección 9 del D.F.), lo despegué y me lo traje, porque tiene mucha razón lo que dice la cita (sobre el papel de la policía de Bob Avakian) y pienso usar el cartel para mi periódico mural que voy a elaborar en la comunidad donde doy clases”. Fue una agradable sorpresa para él saber que era el mismo cartel que estábamos usando para publicitar la Semana Nacional de Resistencia.

El profesor invitó a uno de sus amigos a integrarse a la plática. En el transcurso de la plática ambos se unieron a promover la Semana. En primer lugar vieron importante “Un llamado urgente: ¡Alto a la guerra contra el pueblo!”. Se les dejó algunas hojas del “Llamado” y acordamos una fecha para que las entregaran con las firmas que recolectaran de sus compañeros. Además se les dejó volantes y carteles que ellos se encargarían de distribuir entre sus compañeros y otros. También hablamos de la revolución y el comunismo, con el libro de Lo BAsico y el profesor  adquirió el libro y su compañero adquirió un ejemplar del número 16 de la revista Aurora Roja. También nos comentaron que organizarían una actividad en una escuela de su comunidad como parte de la Semana Nacional de Resistencia.

Regresamos otro día que habíamos acordado y nos entregaron las hojas del llamado con firmas y nos comentaron que habían pasado los volantes a otros profesores en el campamento. Este profesor junto con su amigo tomaron en sus manos la necesidad de una mayor resistencia contra el Estado asesino.

Una profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) nos pidió que le dejáramos hojas del “Llamado” para que se lo presentara a los alumnos y lo firmaran. Regresamos con ella el día acordado y nos informó que sí se los había comentado a los alumnos y varios firmaron las hojas.

Un compañero que vende películas en una de las facultades, cuando terminamos de platicar sobre la Semana Nacional de Resistencia, comentó que “es importante denunciar al Estado culpable de asesinatos y desapariciones y que los chavos opinen de eso, escuchar sus discrepancias. Dame carteles y volantes y yo me encargo de distribuirlo entre  los jóvenes”. Y también nos sugirió que fuéramos el sábado para platicar con los del Sistema Universitario Abierto (SUA). Lo hicimos y encontramos a jóvenes interesados y preocupados por la situación de violencia que atraviesa el país.
           
Los que participaron en los foros les compartieron a los jóvenes sus experiencias de combatir o denunciar la represión del Estado. Por ejemplo, en el foro en la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), uno de los compañeros ponentes comentó cómo en la marcha del dos de octubre, el contingente de alumnos de la ENTS fue hostigado desde la entrada al metro donde la policía les quería obligar a abrir sus mochilas. Una persona (al parecer abogado) que observó esto encaró a los policías y les dijo que eso no estaba permitido y así fue como lograron ingresar al metro. Y ya en la marcha el contingente fue encapsulado y uno de los alumnos fue golpeado por la policía y salió herido de la cabeza y tuvieron que darle varias puntadas. Fue una denuncia del papel de la policía como una fuerza del Estado para reprimir la protesta social. Otro de los compañeros integrante del Movimiento Migrante Mesoamericano nos platicó de la represión que sufrieron como estudiantes el dos de octubre de 1968, su situación como prisionero político en la cárcel de Lecumberri y sus años que pasó fuera del país al salir de Lecumberri como asilado político como sucedió con varios de los detenidos ese año de 1968. Y también nos platicó de cómo el Instituto Nacional de Migración en contubernio con el crimen organizado hostigan, secuestran y asesinan migrantes.

Denuncias de asesinatos de triquis, represión policíaca a jóvenes

Algunos compañeros que participaron en el mitin en el Ágora de la Facultad de Filosofía y Letras para exigir justicia por el asesinato político de Carlos Sinuhé Mejías platicaron sobre la represión que han vivido. Las y los compañeros desplazados del Municipio Autónomo de San Juan Copala señalaron que por defender su autonomía han sido asesinados más de 30 de sus compañeros a manos de grupos de paramilitares de la Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (UBISORT).

Represión a manifestante del 2 de octubre en el Distrito Federal
Una compañera nos habló de la situación que ella observa de “represión hacía la juventud, hacía la juventud crítica que cuestiona; y eso es lo que pasa con los jóvenes detenidos y reprimidos en la marcha del dos de octubre. Entre ellos nuestro compañero Mario González, quien se encuentra preso en el reclusorio Oriente en huelga de hambre y las autoridades de la prisión han cortado la luz de la celda”.

Otra compañera nos platicó de que “fuimos detenidos cuando íbamos en el trasporte público, antes de llegar a la marcha; la policía nos intimidaba de varias maneras. Sacaron mochilas cargadas de marihuana y nos las pusieron como si fueran nuestras mochilas. A las mujeres nos exigían bajarnos la pantaleta porque nos iban a revisar la vagina porque decían ‘ahí esconden la marihuana’, pero nosotras no lo permitimos. Al compañero Mario lo golpearon y lo dejaron muy lastimado de su brazo. Nos desaparecieron como tres o cuatro horas y nos torturaron psicológica y físicamente. A algunos les dieron toques eléctricos en sus genitales, hasta que nos presentaron al Ministerio Público. Mario sigue preso en huelga de hambre, no le han atendido su lesión en el brazo y ha perdido como 16 kilos de peso. Tenemos que unirnos y luchar por la liberación de Mario y los demás detenidos”.

Otra compañera nos platicó también de la represión que vivieron el dos de octubre y que “nos encontramos en un plantón en el reclusorio Norte. Hay ocho compañeros encarcelados, uno de ellos que es artesano y que viene de Oaxaca es sobre quien más le quieren castigar, en parte porque no hay ningún familiar que se presente para defenderlo. Corre el peligro de pasar más de 25 años en la cárcel porque lo acusan de ‘tentativa de homicidio’, un cargo fabricado. El compañero es inocente. Todos los detenidos están acusados falsamente y tenemos que luchar por su liberación”. Estas denuncias de los compañeros señalaron el papel del Estado y de la policía como instrumentos para acallar las voces críticas y la movilización social, y fue bastante importante que se conocieran como parte de la guerra contra el pueblo por parte de un Estado criminal.

Al final del mitin en la explanada del Palacio de Bellas Artes, una de las personas que se acercó nos comentó que “la gente sabe que el gobierno está cometiendo varios de esos asesinatos pero es apática”. Platicando un poco más sobre esto y le hicimos la pregunta “¿Cómo es que tú sabes que la Marina, el ejército y la policía están cometiendo varios de estos asesinatos?” El contestó: “Porque leo el periódico como La Jornada y la revista Proceso”. Cambió su opinión sobre la gente al comprender que la mayoría de la gente no tiene acceso al periódico ni la revista, y que los medios “desinformativos” ocultan y mienten sobre esta situación. Esta persona se llevó un cartel y dijo “lo voy a pegar en la casa para que la gente que pase lo lea y así sea más gente que conozca la verdad”.

Otro joven que se nos acercó nos comentó que “La policía mató a un amigo nuestro. Quisieron engañar a la familia sobre su muerte, pero se sospecha que fue la policía quien lo asesinó. Recientemente los familiares organizaron una protesta para denunciar a la policía”. Este joven también se llevó un volante y un cartel.
                       
Esta participación y testimonios fueron importantes partes de la Semana Nacional de Resistencia “¡Alto a la Guerra Contra el Pueblo!” y es algo que tenemos que ir forjando más y más.

                  

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